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CELEBRACIÓN DE LA VIRGEN DEL CARBALLO – AÑATUYA, Santiago del Estero
La Virgen del Carballo, en Monte Quemado, perteneciente a la Diócesis de Añatuya cumplió el último 14 de agosto, 200 años desde su última aparición. Su historia está relacionada históricamente a la de la Virgen de Huachana, que se apareció a la niña Telésfora Verón.
Los caminos se separaron cuando la familia Verón se mudó de Huachana a Carballo, un paraje ubicado a 14 kilómetros de Monte Quemado, llevándose consigo la imagen de la Virgen. Ante el reclamo de los habitantes de donde había aparecido originalmente la Virgen, tuvo que intervenir un Juez de Paz, que resolvió el litigio ordenando que quede una imagen en cada lugar. Quienes viven en Carballo aseguran que la imagen original permanece allí. Para la gente de Huachana, ellos se quedaron con la Virgen que se le apareció a Telésfora.
La peregrinación, en sus orígenes, cubría los 14 kilómetros que conectan Monte Quemado con el paraje Carballo, en donde estaba el Santuario de la Virgen. Hace 25 años, una inundación impidió que los peregrinos pudieran realizar el habitual recorrido, por lo que la celebración se realizó en Monte Quemado. Al año siguiente ocurrió lo mismo, por lo cual el párroco de ese entonces entendió que la Virgen quería permanecer allí, lugar en el que actualmente se lleva a cabo la celebración.
Desde entonces se ha convertido en una fiesta masiva y popular que fue creciendo con el paso de los años. Carballo se ha convertido en una fiesta muy del pueblo y de la ciudad. La ciudad cambia su fisonomía en los días cercanos y durante la fiesta, los vecinos adornan las calles, donde se ve y se nota el amor del pueblo por María. Incluso dicen que los que profesan el evangelismo participan de la procesión como algo propio, algo que por tradición lo hacen.
La característica de esta celebración es su procesión. La que se extiende desde las 14 y finaliza cerca de las 19 horas tras recorrer los innumerables barrios de Monte Quemado y en la que los vecinos se organizan para demostrar su ferviente amor ante el paso de la imagen que los visita, pasando por el frente mismo de sus viviendas. Con oraciones, bailes, altares y canciones durante la procesión, es la forma con la que demuestran su amor a María del Carballo.
Mucha gente se acerca en bicicleta y otros lo hacen a caballo. A las peregrinaciones se suman grupos de localidades aledañas, que llegan el día 13 y reciben la misa de los peregrinos, siendo recibidos cálidamente por la gente de Monte Quemado. Para quienes participan habitualmente de la celebración, Carballo es un lugar para tomar fuerzas, recambiar, cargar energías y salir para anunciar el Evangelio.
Agradecimientos: A Juan Marcelo Lagos por acercarnos la historia y a Miguel Luna por las fotos
