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Alimento de cuerpo y alma
La casa de Nazareth funciona en la Parroquia Sagrada Familia y es el vehículo de ayuda para mucha gente necesitada.
Andrea, que es quien lleva adelante el lugar, entendió que el hambre debía ser la preocupación número uno de La Casa. Así es que empezó de a poco, primero asistiendo a un grupo reducido de personas los días lunes y martes, para luego entregar un plato de comida, los siete días de la semana a doscientas personas. Y en el último tiempo, por la crisis por la pandemia, el número llegó a trescientos cincuenta. Sumados lo que se acercan con su tupper para llevarse una ración de comida a su casa.
La obra de Sandra es acompañada por el Padre Mariano, que rescata la parte espiritual, tan necesitada por todos en estos días, sobre todo quienes se encuentran desamparados. En ese sentido, afirma que mucha gente no sólo va a buscar el plato para alimentarse, sino que también acuden al lugar en busca de contención. Y esa contención la encuentran en las personas del lugar, que los escuchan, los aconsejan, les pregunta cómo están, y así se van fortalecidas, no sólo físicamente, sino también en su mundo interior.