Con mucha alegría compartimos este contenido, que surgió durante la capacitación en Comunicación Eclesial que realizamos el mes pasado desde Programa FE. Muchas gracias Moirza y Alejandro de Bolivia por sumarse a esta gran comunidad. 

El Municipio de Yunchará pertenece al Departamento de Tarija y es considerado como uno de los municipios de más escasos recursos. Su pobreza se denota a simple vista, no sólo por las condiciones propias del frío altiplano, ya que se ubica a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar, sino también por la falta de inversión en infraestructura, salud y educación. La lejanía entre las casas de los vecinos, junto a la emigración forzosa de la población en edad laboral, son factores determinantes de la triste realidad de muchos ancianos que, tras una vida sacrificada, muchas veces no solo les espera seguir viviendo en carencia, sino también en la desolación.

La Comunidad Misionera de la “Misión Gran Río”, con el acompañamiento del Padre Marcelo Barrena, sacerdote misionero argentino, se ha ocupado de recorrer las 45 comunidades dispersas de la jurisdicción parroquial de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Yunchará, llevando la Palabra de Dios, los Sacramentos y el acompañamiento a cientos de ancianos sumergidos en el dolor y la angustia. El calor de las manos consagradas de un hermano sacerdote misionero se convierte en la manifestación de Nuestro Señor, para hacerles recuerdo que tienen un Padre Misericordioso que los ama y los espera. 

Recientemente los laicos de la Misión Gran Río ayudaron a mejorar el techo de la casa de Don Eudal, que a sus 92 años vivía en una situación muy precaria, en una en una típica casita de piedra con un techo cubierto por una lona, en una zona donde las temperaturas rondan por los 6 grados bajo cero en invierno. Además de mejorar el techo, se le brindó una cama y un colchón nuevo para que descanse con dignidad. Este es un ejemplo de las tantas acciones de caridad que se llevan a cabo en la obra de evangelización en estas tierras de misión.