El Convento Santo Domingo es una de las edificaciones más importantes y longevas de la Argentina. De hecho, es la única estructura colonial que quedó en pie después del terremoto que azotó a la capital riojana en 1894. Esta iglesia se encuentra ubicado en el antiguo casco de la provincia, y tal es su significado que fue declarada Monumento Histórico Nacional.

Fue construida en el año 1603, con el aporte de Pedro Ramírez de Velasco, hijo del fundador de La Rioja. La estructura consiste de una sola nave con viejos muros de calicanto, y marco de algarrobo tillado del portal de la entrada.

A lo largo del tiempo, la edificación fue sufriendo modificaciones dadas por refacciones que se le hicieron. De la estructura original, solo se conservan los muros de piedra que son característicos de su fachada. Su nave se caracteriza por ser larga y angosta, dando la impresión que es mucho más pequeña de lo que en realidad es desde el exterior.