Me llamo Nélida pero todos me conocen por Nelly. Pertenezco a la Iglesia Jesús Misericordioso, dentro de la cual hay dos capillas. Una es Virgen de los Dolores y la otra es San Cayetano. En la capilla Virgen de los Dolores está funcionando, hace más de 20 años, un comedor llamado Casa de Caridad, del cual soy la coordinadora general. Empezamos dándole comida a los chicos un solo día a la semana. Pero con las necesidades el número se fue incrementando y hoy le damos de comer a sesenta y ocho familias, de dos barrios populares. En medio de esta pandemia, muchos jefes y jefas de familia se quedaron sin su ingreso, ya que la mayoría vive de hacer “changas”. Esto nos representó más platos de comida, más gente para ayudar. Nuestro comedor siempre se manejó con viandas, hace mucho tiempo les dábamos de comer en la parroquia, pero a causa de la pandemia de la Gripe A en el 2009, decidimos repartir las viandas y eso se extendió hasta hoy. Si bien nos abocamos a la parte social, también los acompañamos espiritualmente. Nuestra metodología se basa en que un mayor de 18 años de cada familia venga a colaborar un día en la semana. Ayudarnos a cocinar, limpiar, ordenar, es una forma de que ellos aprendan y se dignifiquen como personas. Además, se acercan a la Fe, a María. Todos los días, a las 12 rezamos el Angelus y también se leen las lecturas, así ellos se sientan contenidos en la parte espiritual. De lunes a viernes les damos el desayuno a 190 chicos, que consiste en un vaso de leche acompañado de un pan con mermelada y a veces las chicas hacen una pastafrola. Por suerte, la gente colabora con donaciones. Al mediodía les damos comida caliente que consiste en diferentes menúes que pueden ser sopa con puchero, arroz con pollo, guiso de lentejas, acompañado con un pan y una fruta. 03/06/2020