En el contexto de la Campaña #DifuntosQueridos, conocemos el Cinerario de la Parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen, perteneciente a la Diócesis de Mar del Plata. Allí se depositan las cenizas de los fallecidos de la comunidad, que son la última expresión material de lo que fue el cuerpo y tienen una enorme carga simbólica porque remiten a la memoria de lo que la persona significó para sus familiares y amigos.

El primer sábado de cada mes se admiten las cenizas de los difuntos en presencia de algún familiar y se realiza un rito que expresa el valor de la despedida y la esperanza en la futura resurrección. 

Los familiares pueden visitar el cinerario parroquial para rezar por sus difuntos. Como nos contó Silvia: “Es conmovedor ver rezar, llorar y hablar a las personas sentadas delante de la pila, o verlos dejar flores y papeles con mensajes. El día de la madre, el día del padre, las personas entran un momento y se van, y al salir comentan: ‘Ella venía siempre a misa acá’ o ‘Él me traía de chica’”.

“Hace varios años que se ofrece este servicio, pero durante la pandemia aumentaron las celebraciones por los depósitos de cenizas. Se tuvo que acotar la cantidad de personas que podían estar presentes y se ofrecieron más horarios para que todos pudieran realizar la celebración”, agregó Silvia.