En la comunidad parroquial San Francisco de las Llagas, del barrio San Francisquito y de una parte de Villa Banana, en la ciudad de Rosario, trabaja el Padre Eduardo Robledo. La parroquia se ocupa de las necesidades de una inmensa barriada, mayormente pobre. La comunidad entrega alimentos dos días de la semana, martes y jueves, lo que son unas dos mil viandas. Las mismas son posibles gracias a la donación de la gente y aportes del BAR (Banco de Alimentos de Rosario). Ahora, y por medio de un aporte del gobierno la provincia de Santa Fe, en acuerdo con la arquidiócesis de Rosario, la entrega de viandas se extenderá a los siete días de la semana. “Vivo sólo de donaciones desde el 2011, sin ningún sueldo de ningún tipo. Creo firmemente en la Divina Providencia, y siempre insistí y luché por una Iglesia que viva de la donación”, sostiene el Padre Eduardo. “Una Iglesia-Ágape, que se dona a sí misma y por eso, Dios le dona lo necesario”. Por último, el Padre agrega “Camino a cumplir 24 años de sacerdocio y hoy, estando nuevamente en una barriada pobre, sigo siendo testigo de la Misericordia y Providencia infinita del Señor. Gracias a Él por todo”. Es hermoso conocer obras como las de encabeza el Padre Eduardo, que facilitan que la Iglesia llegue a quienes más lo necesitan.