Mi nombre es Agustina y pertenezco a la Parroquia Inmaculada Concepción de Lincoln, Provincia de Buenos Aires. Si me dan a elegir, la consagración se transforma en el momento más especial de la ceremonia: el sacerdote invita a nuestros hijos a pasar al frente y todos los chicos se arrodillan rodeando el altar para estar bien cerquita de Jesús. 

Desde nuestros lugares, los papás nos emocionamos mientras miramos las cabecitas agachadas y escuchamos alguna que otra risa tímida que tratan de disimular, pero a nosotros realmente no nos importa porque sabemos que ellos no pueden estar en mejores manos

También hay otros chicos como Nico y Sofi, que participan en la misa del domingo de una manera especial. Ellos todavía no tomaron la Primera Comunión, y su mamá no tiene problema en que se entretengan en silencio mientras ella pueda escuchar tranquila al sacerdote