Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión

La Iglesia de Dios es convocada en Sínodo. El camino se inició en octubre del 2021 en Roma y continuó en cada Iglesia particular. Con esta convocatoria, el Papa Francisco invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. El sínodo es un don y una tarea: caminando juntos y reflexionando sobre el camino recorrido, la Iglesia podrá aprender cuáles son los procesos que pueden ayudarla a vivir la comunión, a realizar la participación y a abrirse a la misión. Nuestro “caminar juntos”, en efecto, es lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero.

Una pregunta que nos impulsa y nos guía es: ¿cómo se realiza hoy, a diversos niveles (desde el local al universal) ese “caminar juntos” que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, de acuerdo a la misión que le fue confiada; y qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal?

Una vez que la fase diocesana finalice con una reunión presinodal en la diócesis y una síntesis, las Conferencias episcopales y los Sínodos de las Iglesias compilarán las aportaciones y los comentarios que hayan recibido de las diócesis y eparquías, para formular síntesis que recojan adecuadamente las contribuciones de los participantes a nivel local. Estas síntesis pasarán luego a la fase continental, que producirá un documento final, que será enviado a Roma para la Asamblea del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023, junto a los del resto de los continentes.